Saltar ciego, seguir sereno y regresar sin miedos. Intentarlo.. al menos.

Aquel río que ayer me dió de beber hoy solo me arrastra a un lugar mezquino. Antiguas ramificaciones floridas se quedan hoy desnudas con la única compañía de aquellos cuervos solitarios que antaño solía espantar. Particular refugio de primavera reducido a un universo de rencor y errores mal interpretados. Fugarme hoy, regresar ayer, perderme un día entero, toda una vida.. Sin que nadie lo entienda ni lo quiera entender. A veces por muchas luces que alumbren y por muy intensa que sea su luz la oscuridad no termina de fugarse. ¿Sabes? Echo de menos lo que algún día pude echar de más.. Contradictorio. Supongo que son etapas subjetivas que muchas veces no logramos interpretar de la mejor de las maneras por determinadas circunstancias. No solo de amor se está ciego. Saltamos.. Es muy fácil saltar, lo difícil es mantener el equilibrio sobre la fina cuerda por la que, en ocasiones, la vida nos hace cruzar. Una partida a todo o nada. Quiero una oportunidad por cada error. Infinitas oportunidades. Como aquel juego en el que no importaba perder, porque siempre quedaba una vida más por consumir.