-Tonta, eso es lo que eres, una tonta. [Se repetía a si misma.]
<Enciende su móvil, un nuevo mensaje de texto : "Laura, lo siento.">
-Y tal vez un lo siento ya no me sirva. [Cantaba con voz frágil al ritmo de la canción que sonaba.]
De repente Laura frena bruscamente su automóvil, sale del mismo y comienza a correr hacia ningún sitio. [Un nuevo mensaje de texto : "Quizás no supe valorarte. Ahora sé que te necesito a mi lado."]
Al leer esto, una lágrima volvía a humedecer el rostro de Laura mientras susurraba con voz rota :
-El pasado doloroso me impide un "ahora" contigo. Me has hecho llorar, a mi nadie me hace llorar.
Laura continúa su carrera, destartalada, sin rumbo.. Se funde con el atardecer en un horizonte infinito, mientras el politono de un mensaje de texto nuevo vuelve a sonar. Una y otra vez, como el pez que se muerde la cola.
Probablemente todos hayamos querido alguna vez...querido decir no a quien te ha hecho daño, decir adiós con fuerza, con rotundidad. Y con un alma rotundo, desconocido hasta ese momento,descubrir que nunca querrás a nadie así a tu lado y que tu primer mandamiento será: Cuidaré de ti por encima de todo y de todos.Me ha recordado cuando siendo universitaria, en Compostela,conocí a alguien a quien dejé entrar en mi vida con cierto apuro y con apuro me parece hoy que quiso él alejarse. Un día, con seguridad impropia en mí ( con un hombre) le disparé:"Algún seré más fuerte que ahora y no te permitiré que me hagas daño".Hace años tuve mi momento.Me despedí forever.Grazas por deixarme recordar co teu relato a miña experiencia.Apertas.Mar.
ResponderEliminar